jueves, 3 de mayo de 2007

Anecdotas de California -Parte 4-


vuelven las historias... seee
Otro mas que se animo a contarme sus tallas de califa.

La cosa seria así, el protagonista como buen estudiante viviendo en otra cuidad se consigue polola local y aparte de tener una familia adonde era invitado pa tomar once también estaba la posibilidad de pasar directamenteal postre... ahora claramente con algunas triquiñuelas porque como dije anteriormente estaba presente la familia.

El panorama era el siguiente. La casa era entera de madera, paredes y piso... o sea crujía mas que catre de hospital... nuestro héroe se podía quedar a dormir, pero en la pieza de alojados obviamente así q el salir a mañosear era casi como caminar en campo minado. Así es que la táctica a seguir era esperar que a la 1 de la mañana el viejo y fiel ferrocarril de carga que pasaba cerca de la casa y así con la bulla de la locomotora y los varios vagones que traía se cubriera el sonido de pasos culpables. Y a la vuelta a la pieza era cosa de esperar el tren de las 3 de la mañana... o sea tiempo suficiente para el encuentro deportivo.

El pololeo y la temperatura del protagonista duraron lo suficiente como para aprenderse los horarios obviamente.

La cosa es que tanto va el cántaro al agua...
Una noche de "esas" tipo 12:59 de la noche nuestro héroe preparado tipo velocista de 100 metros planos en la puerta de la pieza de invitados... viene el tren, preparados...listos y "corre forrest"... pero... a medio camino de la pieza de la heroína se acabo el ruido... que onda? El viejo y ya no tan fiel ferrocarril pasó solo con la máquina y sin carros. O sea parado en medio del campo minado sin protección, asi es que apenas dio un par de pasos, el oído materno, ávido de proteger "la honra" de la lola se despertó en un 2 por 3 y apareciendo casi con explosión ninja al lado de nuestro héroe le preguta que adonde va...

Obligado a engrupir con el dolor de guata y aceptar una pastilla pal supuesto mal que lo obligó a levantarse.

la paradoja es que el desleal tren pasaba cargado con lo mismo del que se supone estaba compuesta la pastilla que masticaba nuestro amigo... carbón.

Coke

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