viernes, 4 de mayo de 2007

Anecdotas de California -Parte 5-


Hay estudios que dicen que en el verano aumentan las ganas de hacer la maldá misma... yo cacho que debe ser porque es mas cómodo, o sea menos ropa que moleste y ademas en la playa las chicas colaboran exhibiendo todos sus atributos. Durante el dia en bikini y con alguna ropistica entretenida y shenshual en la noche.

La pareja protagonista de este nuevo match del amor ya había pasado del coqueteo y los besitos a perderse entre las dunas. Ya está claro que si el lolo propone el "Vamos a caminar en la playa" y es de noche lo mas probable es que no se camine mucho... ahora si la lola dice eso mismo...afírmate cabrito porque como dice una amigui " ese huevito quiere sal ".

Lo notable de esta situación es que en esta oportunidad el protagonista como buen hombre andaba como guatero del diablo y la lola para no quedarse atrás andaba como pata de camello... PERO EN PLENO DIA !!... o sea de que caminaron caminaron... pero derechito a perderse en las dunas y a practicar el "jogo bonito".
Ahora no entrando en detalles específicos pero dejando en claro que siendo la arena un factor que incomoda la libertad de movimientos y a riesgo de quedar lleno de la misma en algunas partes pudendas había que tomar la posición mas cómoda del caso, o sea a lo cachupin playero nomás.

Estaban los personajes de lo mas entretenidos y concentrados en las jugadas de fantasía, tuya mia, para tí, para mí, cuando en eso se siente un estremecimiento, un ruido que se acerca rápidamente y un pitido que para nuestro protagonista ya era reconocido... UN TREN. (sí, el personaje es el mismo de la historia anterior).

Aquí eso sí y con las características ya antes nombradas de los personajes no hubo pánico ni dramas, nuestro protagonista a lo macho campeón saludó efusivamente al maquinista quien le replicó con un largo y sonoro pitido... la lola mantuvo su postura como digna representante de las chicas que llevan el corvo entre los dientes y de que siguieron... siguieron.

Mas tarde a la hora del cigarrito para apaciguar el ímpetu ambos se rieron felices de la hazaña y más aún nuestro héroe de turno porque nuevamente y en identicas condiciones le paso una tallita con un tren.

Coke

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